martes, septiembre 06, 2011

Papas y faraones: recuento de coincidencias




Hace años me sorprendió la semejanza entre los faraones y los Papas. Voy a dedicar varios post a analizar estas semejanzas. Después daré mi explicación del por qué de esas similitudes.


Quiero añadir que sobre este asunto no hay nada escrito. Lo que os voy a ofrecer, es el resultado de varios años de ir recogiendo información y reflexionando sobre el tema.

Los faraones eran embalsamados. Los Papas también. De hecho en la cripta de una basílica de Roma, la que está frente a la Fontana di Trevi, desde hace siglos, se guardan en ánforas las entrañas de los Romanos Pontífices.



Los Papas y los Reyes eran portados en sillas gestatorias. Uno de los símbolos que acompañaban a los faraones eran siervos con grandes abanicos de plumas de avestruz. Esos mismos abanicos, llamados flabelos, vuelven a aparecer con los Papas como insignia pontificia. La silla gestatoria, los flabelos y la tiara de los Papas, ciertamente ofrecen semejanzas entre los faraones y los Papas.



A eso se añade el que los faraones eran enterrados en tres cajas, como los Papas. Uno de los símbolos del faraón era el cayado, el cual se parece, ciertamente, a un báculo de obispo. El otro símbolo era el látigo, pero un látigo pequeño, parecido a las disciplinas que tantas órdenes religiosas llevan usando desde hace siglos.


En Egipto el faraón era sacerdote y rey, como los Papas. En Egipto, el Ankh era el símbolo de la vida. Curiosamente ese símbolo es prácticamente una cruz. El otro gran símbolo omnipresente en Egipto era el escarabajo. En el cristianismo, el fundamento por excelencia de nuestra fe es la Resurrección.



La semejanza entre faraones y papas: es como si Dios quisiera decir que el faraón era el antitipo del Papa.



Este símbolo, a veces, se representa colgado del cuello del faraón con un collar, con lo cual es casi igual a las cruces pectorales de los obispos.



Los faraones, como los Papas, tenían su nombre de pila y tomaban otro al convertirse en faraones .



Mañana continuaré con más semejanzas. Pero, sobre todo, trataré de ofrecer el por qué de todo esto, que lo veo como una impresionante providencia de Dios. El Dios de la Historia que se manifiesta en los detalles. Dios es el Dios de las coincidencias, debajo de todo hay un mensaje.